Esa (peculiar) costumbre italiana


Ayer mi compañero Bukowski, preguntó en Twitter por qué en el puente de Isabel II de Sevilla había candados, cosa que no solo haría él, sino los numerosos transeúntes que pasan por dicho puente cada día.

Los candados en el puente de Sevilla

Los candados en el puente de Sevilla

 Esos candados estan ahí al parecer por una costumbre de los italianos que se van de Erasmus a la capital Andaluza, tomada del libro «Tengo ganas de ti», escrito por Federico Moccia; aunque también esta idea se la pudo haber ocurrido a algún español, ya que los libros de Moccia también son bastante conocidos aquí.

En el mencionado libro, los protagonistas, para sellar su amor, compran un candado en que escriben sus iniciales, lo enlazan a una farola del puente Milvio y tiran la llave al río. Rapidamente esto fue muy imitado por la juventud italiana, llenandose el puente mas antiguo de Roma de candados.

Muy bonito, si, a no ser porque en Roma hubo una gran discusión porque dañaba la estética del puente, disputa que fue en aumento cuando el 13 de abril de 2007, una de las farolas se derrumbó debido al peso de los candados.

Una de las farolas del puente Milvio

Una de las farolas del puente Milvio

 Para solucionarlo, en un principio se retiraron todos los candados y se creó una página web donde se podía seguir con la moderna tradición. Pero ante las quejas de los enamorados, el alcalde de Roma puso en julio del 2007 unos postes de metal, para que se colgasen ahí los candados.

Esta práctica se fue extendiendo por toda Italia y de ahí a casi todos los puentes del mundo. Asimismo, en España no solo hay candados en Sevilla, sino también en Chiclana de la Frontera, Galicia (en las cuidades de Ourense y A Coruña), Madrid , Zaragoza y Barcelona, y se ha sugerido ponerlos en el puente romano de Salamanca.


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